19/10/15

Father's Love

Hola Hola :D
Este es el mes del YokoMaru (bueno, por los colores naranja y negro) así que ya la historia de ellos dentro del fic se va a concretar un poco más, así que espero que les guste este capítulo, muchas gracias por sus comentario y también aprovecho para explicarles alguito a las que no están muy familiarizadas con Yokoyama You de Kanjani8, pues resulta y pasa que el verdadero nombre de él es Yokoyama Kimitaka, el You es su nombre artístico (?), bueno, ya entenderán cuando lean el capi a lo que me refiero y como siempre este fic va de dedicado a mi Mari y también para mi queridísima Shizuka, muchas gracias...


Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan

Capítulo 14

*Maruyama Ryuhei*

Escucho el fuerte sonido de la puerta al cerrarse, de seguro mi hijo ya llegó a casa, así que dejo los exámenes que estoy calificando en el escritorio y salgo de mi habitación para ir a recibir a mi hijo, pero oh sorpresa…

- ¿Pero qué está pasando aquí? ¿Quién eres tú y que le estás haciendo a mi hijo? – Pregunto entre sorprendido y molesto y cómo no estarlo si veo a un chico devorándose a besos a mi inocente hijo, así que rápidamente me dirijo hacia ellos y de un tirón quito a ese chico de encima de Daiki.

- Pa… Papá… pensé que no estabas – dice apenado, levantándose del sofá.

- ¿Y éste quién es? – Digo soltando al joven que me mira asustado y lo miro con detenimiento, tiene un aire bastante familiar para mí.

- Papá… por favor, no te vayas a enojar conmigo…

- Habla de una vez – digo molesto, ya me hago a una idea de lo que está sucediendo, pero me cuesta admitirlo, todo esto me trae malos recuerdos.

- Papá, él es Kei, el chico del que tanto te hablaba y pues por lo que acabas de ver, ahora él es mi novio – dice totalmente sonrojado.

- ¿Novio? ¿Desde cuándo son novios?

- Desde hace un mes – dice el otro chico.

- ¿Un mes? ¿Y cuándo pensabas decírmelo Daiki?

- No te lo había dicho porque sabía muy bien que reaccionarías de esta manera – dice temeroso.

- Muy bien – digo para después suspirar – tomen asiento – digo viendo como ambos se van a sentar sobre el sofá – tú siéntate en aquel otro mueble – le digo a ese tal Kei.

- Sí, señor – dice tímidamente sentándose en donde le indiqué, mientras que yo me siento junto con mi hijo en el sofá.

- Habla tu primero – le digo al chico sentado al frente de nosotros.

- Maruyama-san, mi nombre es Yokoyama Kei y soy el novio de su hijo – dice inclinando un poco su cabeza, pero ¿es qué acaso ese apellido me va a perseguir toda la vida?

- Papá ¿estás bien? – Pregunta Daiki preocupado.

- Sí, no te preocupes – sonrío – es solo que tengo un alumno con ese apellido y en verdad no pensé que fuera tan común.

- ¿Te refieres a Keito-kun? – dice Daiki sonriente.

- ¿Cómo sabes de él? – Pregunto, ya que anteriormente no le he dicho el nombre de mi alumno a mi hijo.

- Pues verás, él es hermano de Kei – dice Daiki sin borrar la sonrisa de su rostro.

- ¿Son hermanos? – Pregunto totalmente sorprendido, tanta casualidad me parece abrumadora - ¿cómo se llama tu Padre? – Pregunto sin titubear, esperando que no dijera ese nombre que con tanto esfuerzo he querido olvidar.

- Se llama You, Yokoyama You – dice sonriente y siento como un peso se me quita de encima, sintiendo de inmediato una tranquilidad que hacía mucho no sentía, no es él, definitivamente no es él.

- ¿Qué intenciones tienes con mi hijo? – Pregunto volviendo al tema principal de la conversación, ya al menos por ese lado no tengo de que preocuparme.

- Pues… verás… Maruyama-san, yo amo a Dai-chan desde el primer momento en que lo vi y créeme que lo que más quiero en este mundo es estar a su lado, velar por su bienestar y hacerlo muy feliz, además, él es la primera pareja que tengo, así que lo que siento por él va muy en serio – dice con determinación.

- Cuando uno es joven e inexperto, todo le parece fácil, hasta el pensar que un amor va a durar toda la vida.

- Maruyama-san, lo que siento por su hijo es verdadero y sé que él también siente lo mismo por mí.

- Si Papá, sé que es muy pronto para que diga esto, pero yo lo amo de verdad y no creo sentir por nadie más lo que siento por él, es algo mágico – dice Daiki con sus mejillas totalmente sonrojadas, jamás pensé verlo así, miro al chico frente a mí y noto en su mirada total sinceridad, pero aun así tengo temor de que mi hijo sufra.

- Está bien, acepto su relación.

- Gracias Papá – dice Daiki abrazándome con fuerza.

- Muchas gracias Maruyama-san, cuidaré muy bien de su hijo.

- Eso espero, pero una cosita más.

- ¿Si? – Dicen ambos al unísono.

- No quiero volverlos a encontrar de la manera en la que los vi hoy ¿es qué la juventud de ahora no tiene vergüenza?

- Lo sentimos – dicen nuevamente ambos.

- Pero tampoco íbamos a hacer lo que piensas, solo eran unos besitos – dice Daiki apenado.

- Pues de beso en beso se va llegando a eso – digo viendo como desvían la mirada sonrojados – Daiki, ve a preparar la cena, tu novio cenará hoy con nosotros.

- En verdad no creo que sea necesario…

- Tú cenas con nosotros y punto, todavía hay cosas que tengo que preguntarte, no pienso darle a mi hijo a cualquier aparecido.

- Si señor – dice temeroso, no quiero que piense que soy un monstruo, pero es necesario hacerlo.

Mientras Daiki fue a la cocina a preparar la cena, me quedé en la sala de estar conversando con su novio y al estar ya lista la cena y servida en la mesa nos disponemos a comer, viendo la cara llena de felicidad de Kei al probar la comida que con tanto cariño le ha preparado mi hijo.

- Bien, creo que ya es hora de irme – dice el novio de mi hijo levantándose de su asiento al terminar de comer.

- Te acompaño – dice Daiki.

- Yo también – digo caminando con ellos hasta la entrada de la casa.

- Fue un gusto por fin conocerlo Maruyama-san y lamento que nos haya encontrado en tan penosa situación – dice haciendo una reverencia.

- Disculpa aceptada, espero verte pronto por acá y mándale saludos a Keito.

- Muchas gracias, con gusto se los daré – sonríe – Dai-chan nos vemos mañana – dice para luego darle un beso en la mejilla a mi hijo.

- Hasta mañana Kei – dice Daiki sonriente y sonrojado.

Luego vemos como aquel chico se monta en el auto que ha dejado frente a nuestra casa, agitando su mano en modo de despedida, comenzando a conducir luego de darnos una última mirada.

- Papá ¿todavía estás enojado?

- Me molesta mucho que no me hayas hablado de esto tan importante.

- Lo siento mucho.

- Bueno, se ve que es un buen chico.

- Y de verdad lo es – dice Daiki mostrándome nuevamente una de sus deslumbrantes sonrisas, espero que siga sonriendo así siempre.


*Yuya*

Caminamos lentamente tomados de la mano, en silencio, disfrutando de la compañía del otro y puedo concluir por fin que sin duda amo a Yuri, más de lo que jamás hubiese podido imaginar.

- Espero que Ryutaro no haya llegado todavía – dice Yuri rompiendo con aquel silencio.

- Voy a enviarle un mensaje a Kota para preguntarle si ya llegó – digo sacando el celular del bolsillo de mi pantalón, escribiendo y enviando el mensaje rápidamente, siendo respondido casi con la misma velocidad – no ha llegado todavía, aquí dice que llamó a la casa para avisar que cenaría en la casa de un amigo.

- Que alivio – dice Yuri soltando un suspiro.

- ¿Sabes que haría este día aún más perfecto? – Pregunto deteniendo mi caminar.

- ¿Qué lo haría más perfecto? – Pregunta con un leve sonrojo en las mejillas, estoy seguro de que él sabe muy bien a que me refiero.

- Esto – digo al mismo tiempo que rodeo su cintura con mis brazos, elevándolo un poco para que su rostro quede más cerca al mío, para por fin besar esos labios que tantas veces he añorado besar, adentrando sin titubear mi lengua en aquella cavidad, iniciando una danza entre nuestras lenguas, terminando con él al notar que nuestros pulmones necesitaban del vital oxígeno.

- Vaya… eso fue intenso – dice Yuri sonriendo sonrojado.

- Lo siento si fui algo brusco – digo avergonzado – pero es que en verdad tenía unas ganas enormes de besarte.

- Ahora después de esto no me será fácil contenerme – dice volviendo a rozar sus labios con los míos.

- Yo tampoco, pero ya encontraremos la forma de hacerlo – acaricio su mejilla.

- Vamos rápido a casa, Ryu puede llegar en cualquier momento y no nos puede ver llegando juntos – asiento y vuelvo a apoderarme de sus labios con la misma pasión que antes, volviendo a quedar sin aire, nos tomamos nuevamente de las manos y seguimos con nuestro camino a casa.


*Ryosuke*

No es que me importe lo que él haga o no haga, pero por alguna razón me molesta verlo tan contento y más con un chico que ni siquiera conozco, de seguro ha de ser uno de sus nuevos compañeros del Instituto al que fue, venía caminando a casa después de una agradable tarde con mis amigos, encontrándome con la imagen de ver al que había sido mi mejor amigo abrazando a un completo desconocido para mí, quise pasar de largo pero mis piernas no se movían, viendo como finalmente aquel chico se sube a un taxi y se va del lugar y sin estar totalmente consciente de hacerlo, camino rápidamente hasta donde está él.

- Al parecer todo ese amor que me profesabas era mentira – digo repentinamente ¿a mi qué me importa que él sea así de cariñoso con otra persona?

- Ryo… digo, Nishikido-kun ¿me estabas espiando?

- ¿Espiándote yo? No seas tan iluso – digo en modo de burla.

- ¿Entonces por qué estás molesto? La última vez que hablamos me dijiste que no volverías a hablarme y que te importaba poco lo que sentía yo por ti – dice acercándose un poco más a mí.

- Yo no estoy molesto, es solo que… – digo retrocediendo un poco.

- ¿Qué es lo que te pasa conmigo? Ya me alejé de ti, inclusive cambié de Instituto para dejar de fastidiarte ¿ahora qué pretendes? ¿Qué me cambie de casa? – dice molesto.

- No sé ni porqué estoy hablando contigo – digo tratando de irme pero él me toma del brazo y me pone de espada contra las rejas de su casa.

- Ya creo entender lo que te pasa – dice acercando su rostro al mío – estás celoso – sonríe burlonamente, haciendo que me enoje nuevamente.

- No digas bobadas, eres… eres un tonto – digo para después empujarlo y correr rápidamente hasta mi casa, ni porque él fuera tan importante.


*Hikaru*

A pesar de lo que hablé con Uchi-san hace unas semanas no he podido conseguir el valor de encararme a Yokoyama-kun, cada vez que lo veo mi corazón late rápidamente y cierta parte de mi anatomía quiere erguirse, así que opto por salir corriendo.

- Hika-chan – dice melosamente aquel chico que se niega a salir de mi cabeza.

- ¿Por qué me llamas así? No te he dado permiso para hacerlo – digo tratando de sonar molesto, pero la verdad es que estoy pensando nuevamente en huir.

- Porque quiero, además, tu nombre es muy bonito – dice sonriente.

- Pues no deberías de tomarte confianzas que no te he dado.

- ¿Te caigo mal Hika-chan? - Dice haciendo un adorable puchero.

- Que… que no… me llames así.

- No – dice para luego acariciar mis labios con uno de sus dedos y luego alejarse sonriente del lugar, tengo que dejar de comportarme como un animalito indefenso ante él.


*Aiba Masaki*

- Aiba-san ¿tú crees que Maruyama-san aceptaría salir conmigo? – Pregunta Ohno-san.

- Pues no creo que se vaya a negar, igualmente ambos son amigos.

- Eso es verdad, pero es que no me refiero a salir de esa forma – dice nerviosamente, notando como un leve sonrojo se asoma por su rostro haciendo que casi escupa el café que estoy tomando.

- Dime que no es lo que estoy pensando.

- Pues si es lo que estás pensando.

- ¿Desde cuándo te gusta?

- Desde la Universidad, pero responde a mi pregunta.

- Olvídalo, eso no va a pasar – digo tomando otro sorbo de mi café.

- Soy tu amigo, deberías de darme ánimos.

- Y porque soy tu amigo, te soy sincero.

- Pues no me importa, trataré de que él acepte mis sentimientos – dice alejándose de donde yo estoy, ni en sus sueño podría ocurrir y yo no lo permitiré.


*Yokoyama You*

Estoy llegando tarde como siempre a la reunión de padres y maestros del Instituto en donde estudia mi hijo y no sé por qué, pero me siento un poco ansioso, como si algo importante fuera a pasar, pero trato de no ponerle mucha atención a eso, ha de ser por que en verdad estoy llegando tarde y me desespera ser así de incumplido.

- Papá, pensé que no llegarías – dice Keito preocupado.

- Lamento mucho la demora, pero surgió un imprevisto.

- Igual llegas justo a tiempo – dice tomándome del brazo – el profesor está atendiendo a cada alumno con sus padres individualmente, ya pronto será el turno de nosotros.

- Te ves muy emocionado.

- Es que estoy ansioso por que lo conozcas – dice alegremente.

- ¿Cómo se llama?

- Es un secreto – dice sonriente.

- ¿Por qué tanto misterio con eso?

- No lo sé, pero hazme caso – dice deteniéndonos frente a una puerta, viendo salir a tres personas de ahí.

- Yokoyama-kun, solo faltas tú – dice uno de los compañeros de mi hijo despidiéndose con una reverencia.

Entramos al salón viendo al profesor de espaldas borrando algo del tablero y siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo al ver el rostro de aquel hombre al voltearse para vernos y sé muy bien que él está igual o peor que yo.

- Maru…

CONTINUARÁ...

2 comentarios:

  1. Qué bueno que todo salió bien para el InooDai y el TakaChii.
    Tonto Ryosuke, sigue sufriendo... ¡BAKA! ¬3¬
    Aún me confundo con los Kanjani8 en este fic, pero la última parte me dejó intrigada xD
    Como siempre, estaré esperando el siguiente capítulo *___*

    ResponderEliminar
  2. ¡Está super interesante!
    Inoo y Dai-chan siguen siendo tan tan tiernos ~ Me encantó el beso takachii *A* Y ahora se ve que las cosas se complicarán...

    ResponderEliminar